lunes, 16 de marzo de 2009

EXPERIENCIA GRAMEEN ROSARIO, por Raúl Bianciotti

EXPERIENCIA DE LA RÉPLICA GRAMEEN ROSARIO:
UNA MIRADA HUMANÍSTICA A LA METODOLOGÍA DE YUNUS.

Cuando en el año 2001 comenzamos a dar forma a la idea de fundar una Réplica del Banco de los Pobres en Rosario (segunda ciudad en importancia de la República Argentina) sabíamos que luchábamos contra la idea muy enfundada en las clases pobres de nuestra ciudad acerca de que el Estado (Nacional, Provincial o Municipal, no importa cuál) debía asistir incondicionalmente las necesidades básicas insatisfechas de las personas con esa condición social.

En este país de contradicciones, el Estado impulsa políticas asistencialistas que involucran a más del 20 % de la población, estructuralmente pobre, que no sufrirá hambre pero tampoco tendrá la posibilidad de que sus hijos ni los hijos de sus hijos dejen esa condición. En un país rico como la Argentina parece algo inentendible. Sin embargo, ese estrato cautivo de la población seguirá los destinos políticos de quien más le ofrezca a cambio de sus votos.

Este panorama se viene gestando políticamente desde hace más de 50 años, en los cuales los gobiernos de turno mantuvieron o aumentaron el número de pobres a través de políticas económicas tendientes a no permitirles elevar su nivel educativo y económico, ya que son útiles a los fines electorales y sectoriales. Eso sí, tendrán su bolsón de alimentos, su comedor comunitario, su pequeño subsidio en efectivo para gastos menores y todo sin ningún tipo de contraprestación, sólo la de permanecer pobres y obedientes al sistema. De educación y trabajo, ni hablemos.

Con este panorama, se nos ocurrió que sería bueno demostrar que, a través de la metodología grameen, se les podía brindar una oportunidad a los sectores carenciados para salir de la pobreza en forma permanente, con dignidad y solamente dependiendo de si mismos.

Así fue que planeamos una primera convocatoria a créditos en Abril de 2002 en un barrio humilde del noroeste de la ciudad llamado PARQUE CASAS. Era un momento de enormes dificultades económicas en el país; la inflación era cercana al 50 % anual, la ayuda del Estado escaseaba entre las clases pobres y el crédito resultaba absolutamente inalcanzable para esta clase social.

Cuando, ante un auditorio de más de 400 personas, dijimos que veníamos a ofrecer 500 pesos (aprox. 400 dólares en ese momento) para un emprendimiento productivo hubo sonrisas y aplausos. Cuando dijimos que había que devolverlos quedaron la mitad de las personas. Y al exponer las condiciones para obtener el crédito, permaneció sólo el 25 %.

Claro, un crédito grameen esta al alcance de todos. Cualquiera puede cumplir las condiciones (tener un emprendimiento productivo, ser pobre, formar un grupo de 5 hombres o 5 mujeres, no tener acceso a créditos), pero no todos estaban dispuestos a llevar adelante las otras exigencias que imponíamos (había que demostrar que el emprendimiento era sustentable en el tiempo, comprometerse a devolver el dinero, asistir a una reunión semanal de una hora y sobre todo asumir solidariamente con el grupo que debían ayudarse a cumplir sus propios objetivos, que eran salir de la pobreza y mejorar la calidad de vida a través de un trabajo digno).

Esta población estaba acostumbrada a recibir lo elemental para la subsistencia a cambio de nada. Y que una organización como la nuestra tratara de aplicar conceptos tales como trabajo, dignidad, solidaridad, preocupación por el compañero, perseverancia, compromiso, oportunidad, valor de la palabra, etc., sonaba distinto, mal, no les gustaba. Mucho menos cuando no había más garantía que nuestra palabra para cumplir lo que prometíamos. En ese momento, no había ningún lugar de la ciudad donde se hubiera dado un préstamo grameen o se hubiera hablado de ello. Éramos unos desconocidos que podíamos resultar unos charlatanes. Sólo le ofrecíamos una esperanza.


LA EXPERIENCIA DE LA RÉPLICA ROSARIO:

El banco Grameen de Rosario comenzó a entregar préstamos en Agosto de 2002 y desde entonces ha ayudado a mucha gente a obtener una fuente crediticia segura y confiable, con la única garantía de la palabra y la solidaridad del grupo, alentándolos a progresar a través del esfuerzo e incentivando con gran efectividad el cumplimiento de los pagos.

Es que, una vez que una persona ingresa en Grameen, se siente parte importante de un todo de dimensiones desconocidas, que lo impulsa a no fallarse a sí misma, ni a sus compañeros ni a Grameen como un concepto ecuménico de lucha contra la pobreza.

Es un desafío que asumen de no dejarse vencer y demostrarle a los demás que pertenecer al Banco de los Pobres implica el orgullo de convertirse en protagonistas de su propia vida y de sus progresos; el poder brindarle a sus hijos la oportunidad de estudiar y comprender que una mejor calidad de vida dependerá exclusivamente de ellos mismos, y no de las decisiones de los gobernantes de turno.

Actualmente, en Rosario, existen seis centros (lugar de reunión de grupos de Grameen) en distintos barrios carenciados de la ciudad. Cinco son de mujeres y uno de hombres. Estos espacios, donde los prestatarios se reúnen una hora una vez por semana, se han convertido en verdaderos foros de discusión de las realidades de sus integrantes. Allí hay soluciones para los problemas de los emprendimientos, hay discusiones sobre la seguridad del barrio, se solidarizan con aquellas mujeres que sufren la violencia familiar o se busca una salida conjunta a los problemas comunes.

Estas mujeres ya no están solas y se sienten parte importante de un todo que las contiene y que les da la posibilidad de opinar, de tener voz y voto, de ser artífices de sus destinos. Pero nada es gratis para ellas. Antes de llegar a tener estos derechos, tuvieron que demostrarle a sus pares su valía. Que estaban preparadas para formar parte del Banco de los Pobres, que eran capaces de SER GRAMEEN.

Antes de insertarse en un centro ya formado, un nuevo grupo deberá atravesar un período de trabajo en reuniones de una hora semanal, que serán coordinadas por una operadora de campo que analizará la validez de los proyectos económicos propuestos y se les inculcará cuáles son las obligaciones que deben asumir para ser parte del Banco: el grupo debe asistir completo a las reuniones, deben devolver en tiempo y forma las cuotas del préstamo, formar parte de un centro donde se debatirán los problemas y solidarizarse con el cumplimiento de sus compañeras o compañeros. Todo el grupo debe cumplir con la metodología. En caso contrario, no habrá renovación del crédito para ninguna de las personas integrantes.

Las operadoras de campo surgen de las mismas prestatarias, de aquellas con mayor antigüedad, que pretenden devolver la oportunidad recibida colaborando ad-honorem con la preparación y el adiestramiento de los nuevos grupos. Y lo hacen con gran solvencia y muchísimo cuidado, porque saben que de una buena selección de los nuevos miembros dependerá el éxito del sistema.


¿POR QUÉ GRAMEEN TIENE ÉXITO?

El total de prestatarios activos en Rosario al año 2009 es de 150. Los préstamos van de $ 600 a $ 1.500 (200 a 500 dólares) y se han prestado en los siete años de funcionamiento alrededor de $ 700.000 (unos U$S 200.000) que financiaron más de 300 micro emprendimientos.

Muchas veces la pregunta es: ¿por qué esta metodología de microcréditos, diseñada por Yunus, es tan exitosa? Los resultados de la réplica Rosario corroboran los obtenidos a nivel mundial.
90 % de los prestatarios son mujeres
85% de los emprendimientos financiados se auto sustentan y perduran en el tiempo.
95% de los préstamos son abonados en tiempo y forma.

Estos resultados, queda claro, se logran sin que ninguno de los prestatarios ofrezca ningún tipo de garantía real o aval más que su palabra, su compromiso personal.

Desde el punto de vista de nuestra experiencia, podemos destacar las siguientes conclusiones:

El trabajo de formación previa de los grupos (alrededor de 10 a 12 semanas) hace que sólo lleguen a percibir los préstamos aquellos que realmente están interesados en llevar adelante su emprendimiento, demostrando su perseverancia y su convicción, y haciendo fuerte al grupo para sobrellevar los obstáculos que vayan surgiendo, todo lo cual, si no existía antes, se va incorporando a su carácter.
Durante este trabajo de formación, las prestatarias van tomando decisiones que luego deberán respetar: cuáles serán sus compañeras de grupo a las que avalarán con su palabra, cuál será su emprendimiento, el monto del crédito a solicitar, el plazo de devolución, etc. Una vez tomadas “por ellas” estas decisiones, tienen tal interés en demostrar que pueden que su orgullo no les permite incumplirlas.
Una vez que llegan a obtener los créditos y el grupo pasa a formar parte del centro (reunión semanal de grupos), el conjunto de prestatarios ejercerá una presión social muy importante para que el cumplimiento sea efectivo. Les harán sentir, antes que nada, que no cualquiera forma parte del Banco de los Pobres, que eso es un orgullo y que habrá que demostrarles a quienes estén fuera que vale la pena estar dentro.
La reunión semanal servirá también como grupo consultivo para resolver los problemas de los emprendedores. Ya no se encontrarán solos ante eventuales obstáculos. Tendrán un conjunto de pares que estará dispuesto a ayudar y resolver ejecutivamente sumando su experiencia y contención.
La presión también se hará sentir en su barrio si no cumplen, ya que el resto de las prestatarias harán saber que la incumplidora ha desperdiciado una valiosa oportunidad que se le ha ofrecido sólo por su palabra. La sanción social tiene mucha fuerza.
Finalmente, la posibilidad de obtener nuevos préstamos por mayores montos en caso de cumplimiento, no sólo individual sino también a nivel grupal, sirve como acicate para que mutuamente se obliguen a llegar a las metas fijadas.

No solamente el poder sancionatorio y punitorio del grupo es lo que sirve para desalentar el incumplimiento. Tanto o más importante es el orgullo de poder responder al compromiso y demostrase a sí mismo, a sus pares y familiares, que ellas son capaces de progresar con su propio esfuerzo, devolviendo cada peso pedido y sintiéndose cada día más fuertes e independientes.

Es notable observar los cambios, no sólo económicos, sino también sociales, de estas mujeres a medida que van pasando los meses dentro de Grameen. Mujeres que no eran capaces de decir una palabra aprenden a expresarse y a saber que su opinión es valorada por sus pares. Hemos visto casos de violencia familiar desaparecer por el mero hecho de que las mujeres ya no dependían económicamente de su pareja y por ende ya no existía la amenaza de dejarlas en la calle junto con sus hijos.

La posibilidad de crecer económicamente a través del microcrédito y de tener un grupo de referencia y pertenencia que las considera valiosas, incentiva su confianza y autoestima hasta niveles insospechables. Ya no son sumisas mujeres que no tienen un lugar en el mundo, sino que son vitales emprendedoras que hasta incluso se vuelven referencias importantes en su familia, comunidad y barrio.

Quiero que quede expresa constancia de que esto que relato no es una cuestión teórica, vista en los textos o imaginada por un académico. Al contrario, cada semana puedo citar ejemplos concretos de este tipo de lo que veo en las reuniones de hombres y mujeres que pertenecen a Grameen.

Ya no se trata sólo de la expectativa económica del crédito, de que los ayude a salir de la pobreza y a crecer en su calidad de vida. Se trata de una visión diferente sobre uno mismo y sobre los demás, de sentir que se puede modificar la realidad con el esfuerzo personal. El micro crédito les da la oportunidad de ver lo que son, lo que está escondido, su potencial. Vuelve viable aptitudes, capacidades y voluntades que de otra manera permanecerían para siempre ocultas en la impotencia. Y lo mejor es que no se lo hace sólo desde el punto de vista individual, sino que se crea una conciencia colectiva impensable en esta sociedad individualista y carente de valores que se asemejen al cuidado por los demás, por nuestros vecinos, por la gente que nos rodea.

Los prestatarios de Grameen son capaces de hacer con muy poco dinero lo que otros no logran con grandes montos de inversión. Su valor agregado es la convicción en lo que hacen y un objetivo claro: un mejor futuro para ellos y sus hijos.

Estas mujeres y hombres, que he visto crecer con Grameen a lo largo de estos siete años de vida de la Réplica Rosario, se sienten tan merecedores como Yunus de su premio Nobel. Son parte de él. Vaya para ellos mi reconocimiento y admiración.


RAÚL BIANCIOTTI
COORDINADOR RÉPLICA GRAMEEN ROSARIO


martes, 13 de enero de 2009

OBJETIVOS Y ALCANCE


La Mutual San José, administradora del programa GRAMEEN ROSARIO, tiene como objetivo para el desarrollo de este proyecto brindar a los sectores más carenciados de la población de la ciudad de Rosario una alternativa diferente al asistencialismo privado o gubernamental.

La población a la que va dirigida la experiencia no es quizás la misma a la que apunta Yunus, en su Grameen original, “los más pobres de los pobres”, sino que también incluye a la clase media baja desocupada, excluída de los planes de subsidios oficiales, pero que tampoco tiene acceso a ningún tipo de crédito bancario o comercial para poder desarrollar medios de subsistencia autosustentables a través del tiempo y que necesitan de un pequeño capital inicial para ponerlos en marcha. Lo que vulgarmente se conoce como autoempleo, que no solo beneficiará al prestatario sino también en el futuro a su grupo familiar primario.

Mediante esta metodología se trata de incentivar emprendimientos generadores de ingresos, que son previamente evaluados, y que les permitirán a los prestatarios del sistema mejorar su calidad de vida mediante una solución permanente y digna, ya que el dinero recibido es invertido de acuerdo a lo preestablecido y devuelto en pagos semanales.

El dinero se recicla permanentemente en nuevos préstamos o en la renovación de los existentes para ampliación de los respectivos emprendimientos. El trabajo grupal favorece el fortalecimiento de los lazos de solidaridad y responsabilidad, así como el sentimiento de pertenencia a un sistema que los ha acogido mediante la confianza otorgada y que los mismos prestatarios se encargan de defender y transmitir en su entorno.


El proyecto Grameen Rosario, de la MUTUAL SAN JOSÉ Y SAN ANTONIO, ha otorgado en sus seis primeros años de desarrollo 975 créditos por un monto cercano a los $ 700.000, habiendo logrado un índice de recupero cercano al 90 % de los mismos (en los últimos dos años más del 95%). De los aproximadamente 300 emprendimientos puestos en marcha, cerca del 80 % sigue funcionando, algunos de ellos con un marcado crecimiento.

La Mutual San José tiene previsto desarrollar la metodología en diversos barrios de la ciudad de Rosario, en los cuales ya se ha generado una expectativa por las experiencias transmitidas por los actuales prestatarios. Son continuos los pedidos de nuevas convocatorias en distintas zonas carenciadas del municipio y de otras ciudades de la provincia.

Contamos con los equipos humanos y la capacitación técnica para poder expandir el proyecto y estamos formando nuevos operadores de campo. También contamos con el asesoramiento permanente y la auditoria metodológica de la Fundación Grameen (Aldeas) Argentina, que lidera la experiencia en nuestro país.

¡PARTICIPÁ!

GRAMEEN ROSARIO ofrece diversas alternativas de participación y colaboración, que a continuación detallamos:
  • APORTE ANÓNIMO: Implica la donación de una cierta cantidad de dinero que el aportante determine, que será puesta inmediatamente en circulación dentro del sistema de préstamos GRAMEEN, generando con el tiempo un mayor capital y multiplicándose la ayuda.
  • APADRINAMIENTO: Se trate de una persona o de una empresa, puede apadrinar una o más personas o grupos de cinco beneficiarios, con la posibilidad de conocer personalmente, entablar relación y ayudar a los receptores directos de su ayuda.
  • VOLUNTARIADO: Puede presentarse para ser ayudante de operador de campo, y de esa forma conocer la metodología en detalle para, posteriormente, poder ser operador de campo y preparar grupos de prestatarios, todo esto dedicándole sólo 1 HORA POR SEMANA. También es muy valioso todo aporte de conocimientos o experiencia para asesorar a los prestatarios en el desarrollo de sus emprendimientos.
INFORMACIÓN DE CONTACTO:

FINANCIAMIENTO

Los préstamos otorgados hasta el presente fueron financiados con fondos propios de la Mutual San José y San Antonio, subsidios recibidos de organismos provinciales y nacionales y aportes de empresas privadas que han creído que la metodología Grameen se trata de una forma distinta de encarar la problemática de la pobreza en nuestro país.
Para hacer frente a las expectativas de desarrollo mencionadas, la organización se encuentra abocada a generar recursos a través de aportes de organismos nacionales e internacionales, así como también la convocatoria a empresas privadas. En cuanto a estas últimas, se trata de una invitación a “apadrinar” grupos de prestatarios, en la seguridad de que sus aportes, no solo serán destinados a emprendimientos generadores de ingresos que a través de la metodología Grameen se convertirán en soluciones permanentes para mejorar la calidad de vida de personas carenciadas que han demostrado su voluntad de progreso y su responsabilidad, sino que dichos aportes no se perderán en el primer uso, sino que serán reciclados cada año, generando un nuevo prestatarios y un nuevo emprendimiento productivo.
El costo para financiar cada grupo es de $ 3.600 para el capital prestable y de $ 500 en concepto de gastos operativos para el desarrollo metodológico. Cabe destacar que el trabajo de los equipos de operadores de campo de la Mutual San José es absolutamente ad honorem hasta el momento, pero se contempla en caso de un crecimiento sostenido de la experiencia la profesionalización de los mismos a fin de eficientizar los resultados.

lunes, 12 de enero de 2009

METODOLOGÍA GRAMEEN

Créditos individuales. Los microcréditos están destinados sólo a personas excluidas del sistema financiero oficial que residan en las zonas alcanzadas por la actividad de alguna de las réplicas.
Montos bajos. El monto inicial de los microcréditos es de alrededor de 200 dólares, con la idea de permitir el desarrollo de una nueva iniciativa o emprendimiento productivo.
Garantía moralmente vinculante. No se exige garantía material alguna ni hay obligación legal de devolver.
Formación de grupos. Si bien los microcréditos se otorgan para ser destinados a emprendimientos individuales, es menester formar grupos de 5 personas del mismo sexo y sin parentesco, obligándose solidariamente unas con otras. Las solicitudes de préstamo deben ser aprobadas por todo el grupo. Esto crea responsabilidad y cooperación grupal que asegura el compromiso con el reembolso de los préstamos y promueve una actitud solidaria entre los beneficiarios que se ayudan mutuamente para superar las dificultades que puedan surgirles durante el desarrollo de su microemprendimiento.
Aprendizaje de la metodología. Los solicitantes deben seguir un curso de entrenamiento que les permita comprender el sistema y su filosofía. Este proceso da la seguridad de que sólo los más necesitados y tenaces formarán el grupo. El curso puede durar entre 3 y 6 meses, tiempo durante el cual un operador de campo evalúa si el grupo cumple con los mínimos requisitos para recibir el préstamo, asegurándose de esta forma que no se acerquen al banco personas con la intención de no devolver el dinero.
Desembolsos escalonados. Las entregas de los microcréditos son escalonadas: 2-2-1. Se extienden los préstamos a dos miembros del grupo, si reembolsan regularmente las primeras cuotas se les entrega a otros dos y luego al último.
Reuniones semanales. Los reembolsos son semanales, lo que facilita el pago con una cuota mínima y permite el seguimiento continuo de la situación de los microemprendimientos. Generalmente, los microcréditos se devuelven en 50 cuotas fijas semanales, incluyendo capital y un interés del 20% fijo anual aproximadamente.
Crecimiento. Inicialmente el monto del préstamo es bajo, pero si la persona cumple íntegramente con la devolución del mismo puede renovarlo año tras año por montos levemente superiores en cada ocasión. De esta manera, Grameen acompaña el paulatino mejoramiento económico de la persona, al tiempo que incentiva para la devolución de los préstamos, ya que, en base a una relación de confianza basada en el valor de la palabra, el beneficiario puede obtener, con el tiempo, una importante fuente de financiamiento sin ningún tipo de riesgo.
El banco va a la gente. Las reuniones de centro se realizan en el lugar (aldea, barrio) en el que viven los prestatarios. Cada centro puede estar integrado por hasta 8 grupos, es decir, hasta 40 prestatarios.
Superación de la pobreza. El Banco Grameen abre oportunidades y acompaña el progreso de la gente hasta que el microemprendimiento sea exitoso y pueda manejarse autónomamente, alcanzando el acceso al sistema de crédito oficial. Cuando el beneficiario obtiene el capital necesario para acceder al sistema de crédito oficial, deja de percibir los microcréditos y el monto de préstamo que tenía a su disposición pasa a ser destinado a nuevos beneficiarios que estén listos para superar la pobreza.

HISTORIA DE GRAMEEN

Los orígenes de Grameen se remontan al año 1974 en Bangladesh, cuando el economista Muhammad Yunus, entonces Profesor Universitario, comenzó una experiencia inédita hasta entonces: prestar dinero a gente pobre para microemprendimientos sin exigirles ningún tipo de garantía.
Lo que comenzó como un intento de ayuda a algunas familias, creció hasta convertirse en el actual Grameen Bank. En ese entonces, Muhammad Yunus prestó 27 dólares a 42 personas facilitándoles salir del estado de pobreza, y durante 9 años otorgó créditos experimentales hasta perfeccionar la metodología. Esta experiencia le sirvió para confirmar que se puede sacar al mundo de la pobreza, sólo si se tiene la voluntad de hacerlo. Y lo demostró con la experiencia obtenida a través de su aplicación de los microcréditos.
El profesor Muhammad Yunus, fundador y director ejecutivo del "Banco Grameen", pensó que si los recursos financieros pudieran ser puestos al alcance de los pobres en términos y condiciones apropiadas y razonables, "estos millones de personas con sus millones de pequeños emprendimientos se potenciarían para crear la mayor maravilla de desarrollo".
En la actualidad, el Banco Grameen es el instituto financiero más grande de Bangladesh. El 94% de los prestatarios son mujeres y el reembolso de los préstamos supera el 95%. El éxito del Banco Grameen en aliviar la pobreza ha inspirado a individuos e instituciones en todo el mundo. Muchos de ellos asisten a los programas de capacitación y aprendizaje para replicar el sistema en sus países de origen. Así se han establecido réplicas de Grameen en más de 80 países.

sábado, 3 de mayo de 2008

ANÉCDOTAS DE ESPERANZA



TRIUNFADORAS

Adela, la operadora de campo del Centro Raúl Dominguez, durante una de nuestras reuniones semanales de los jueves me decía con entusiasmo:

“Te tengo que contar del grupo que estoy formando para recibir créditos, son es-pec-ta-cu-la-res”.

La miré, su ansiedad por ayudar a la gente que quiere salir adelante con sus emprendimientos es tremenda.

“Tenés que venir conmigo a una reunión de formación de este grupo, el jueves que viene vamos a la casa de Lorena, acompañame”.

Y así fue, a la semana siguiente nos subimos a mi auto y tras recorrer unas 20 cuadras llegamos a la casa de Noelia, una de las integrantes del grupo, por donde pasamos a buscarla junto con Elizabeth y Natalí, dos jovencitas que también eran integrantes.

Noelía nos guía desde el asiento trasero, “Agarrá por esta calle hasta donde termina el pavimento, y después te digo”. Nos internamos en un camino de tierra, semidescampado, humildes casitas aquí y allá, eran las 19.30 y oscurecía. Pregunté un tanto preocupado. “ Nena, por acá es seguro a esta hora???”. La respuesta de Noelía fue

“YO SOY LA REINA DE LA PASTAFROLA” haciendo alusión a su emprendimiento, repostería casera de primera calidad, doy fe por haber probado varias exquisiteces, “Y POR AQUÍ VIVEN MUCHOS DE MIS CLIENTES”; y siguió “SI ALGUIEN SE HACE EL VIVO, ME BAJO DEL AUTO Y SE LAS VA A TENER QUE VER CONMIGO”. No lo dudé ni por un instante, esta jovencita morruda de unos 25 años y pelito ondulado y largo no se iba a achicar ante nada, realmente infundía respeto.

Seguí manejando durante unos minutos y me dicen las chicas, “DOBLA ACA”. Miró intrigado y pregunto: “DONDEEEEEEE??????” La calle de tierra se convirtió virtualmente en un sendero que zigzagueaba entre viviendas muy precarias, ladrillos desparejos, techitos de chapa, niños jugando aquí y allá. Un barrio muy pero muy humilde en el límite de Rosario, más allá, el campo.

Finalmente llegamos a la casa de Lorena, nuestra anfitriona. Nos espera en la puerta de su patio de tierra, junto al alambrado que delimitaba su morada. Con ella ya estaba De

Deborah, una jovencita de 19 años, la quinta integrante del grupo.

Nos bajamos con Adela y entramos pidiendo permiso. Un mesita de madera en una galería al exterior apenas iluminada por una precaria bombilla, siete sillas medio destartaladas y obviamente el mate cebado con sabiduría por la dueña de casa acompañado de unos riquísimos escones horneados por Noelia.

Lorena es una hermosa morocha de unos 32 años, tiene 5 hijos de 7 años el menor y 18 el mayor y esta embarazada. Tiene un carro con un caballo y se gana la vida cartoneando. Pero eso no es todo ES COSTURERA, y nos muestra con orgullo su maquina recta y su remalladora, compradas con mucho esfuerzo. Quiere su crédito para comprar telas y poder hacer ropa que venderá en el barrio. “Ahora salgo a buscar retazos entre los desechos de los negocios de la calle San Luis y con eso hago estos bermudas y estos pantaloncitos. Pero claro los tengo que vender barato y hago lo que puedo. Cuando compre la tela que yo quiero, será otra cosa.”

Entre mate y mate Lorena nos cuenta que esta arreglando el patio para el cumple de 15 de su hija, ella es la albañil y también puso el piso de su casa y revocó las paredes. La vivienda es muy humilde pero el orden y la limpieza imperan.

Nos habla con mucho orgullo de su hijo mayor, de 18, que trabaja y colabora con la economía familiar. “Dicen en el barrio que es un MAMENGO, pero él esta siempre con su madre y yo estoy orgulloso de la persona que eduqué.” Sus otros hijos corren por el patio y hacen morisquetas. Ella sostiene el hogar. “EL CARRO ES UN TRABAJO DIGNO PARA GANARNOS LA COMIDA”, nos dice, “PERO MI ASPIRACION ES QUE ESTE TRABAJO SE CORTE EN MI, MIS HIJOS VAN A ESTUDIAR Y TENER OTRO TIPO DE LABURO, YO NO QUIERO ESTO PARA ELLOS”. La miro a Adela y un escalofrió me recorre las entrañas, como diría el Mendieta del Negro Fontanarrosa “LO PARIO, QUE MUJER!!!!!!!!”.

Es el turno de Elizabeth, una picara rubiecita de 22 años, la líder del grupo, quién lo formó porque son las madres de los chicos que ella educa en LA ESCUELITA DOMINICAL EVANGELICA del barrio. Se le nota mucha fuerza en sus palabras y permanentemente arenga a sus compañeras para llevarlas adelante. Ella es masajista y esteticista, con sus cursos hechos, y junto a Natalí, de 19, más tímida y recatada y una maquilladora y manicura en formación nos cuentas que vieron la oportunidad de ganarse unos mangos extras con sus clientas de Fisherton, un barrio coqueto de Rosario cercano a donde ellas viven. “ NO SABES LO QUE INVENTAMOS”, se entusiasma Eli, “ UNA DE MIS CLIENTAS ME DIJO QUE TENIAN UNA DESPEDIDA DE SOLTERA, ASI QUE YO LES DIJE QUE LO ULTIMO DE LO ULTIMO ERA HACERLO EN UNA CASA Y MONTAR UN SPA PARA QUE LO DISFURTEN TODAS LAS INVITADAS Y ESPECIALMENTE LA HOMENAJEADA. ASI QUE LLEVAMOS LA CAMILLA, LAS CREMAS, , PUSIMOS TELAS Y VELITAS Y SAHUMERIOS, LES HICIMOS LAS MANOS A TODAS, LIMPIEZA DE CUTIS Y MASAJES PARA LA NOVIA ESTUVIMOS COMO CUATRO HORAS PERO NOS GANAMOS COMO 150 MANGOS ENTRE LAS DOS.” Toda una fortuna. Una genia la señorita. Una empresaría en ciernes. Hasta donde la llevará su capacidad emprendedora!!!!!!!

Para el final quedó Deborah, una vecina del barrio donde nos encontrábamos. Tiene unos 20 años y es maquilladora. Es la más callada, tímida. Ella no puede irse mucho de su casa, ya que tiene 6 hermanitos menores y están a su cargo, para vestirlos, darles de comer y mandarlos al colegio. Su madre esta enferma, ausente. Y su padre sale a changuear para llevar la comida a la mesa. Ella a su corta edad es quién sostiene la unidad familiar y no pudo terminar el curso de maquilladora porque no había guita para la ultima cuota y nos dice “YO A MI VIEJO NO LE PUEDO EXIGIR MAS, EL NOS TRAE PARA COMER Y YA ES BASTANTE.”

Otro escalofrío me recorre las venas. Sus compañeras dicen que ellas la van a ayudar, que le van a llevar clientes y que con el crédito van a comprar la caja de maquillaje, los insumos y VA A TERMINAR SU CURSO.

Ya era de noche y nos miramos con Adela, “DECIME ADELA” , le pregunto, “VOS QUE CREES, ESTAN EN CONDICIONES DE RECIBIR LOS CREDITOS ¿????, Y por dentro me decìa, “YO LES DOY LA PLATA AHORA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!”

FINALMENTE DECIDIMOS HACER UNA REUNION MAS Y SI ADELA DABA EL SI, en dos semanas iban a recibir los dos primeros créditos….

CUANDO SE LOS DECIMOS, HAY GRITOS DE ALEGRIA, ABRAZOS A ADELA, SALAMERAS LE PROMETEN TORTA Y MAQUILLAJE.

ADELA SE RIE.

TODOS SOMOS FELICES, EN UN HUMILDE PATIO DE TIERRA, UN MATE Y CINCO JOVENES MUJERES ES POS DE SUS SUEÑOS, SUS ESPERANZAS, LA IDEA DE QUE SU MUNDO Y EL DE SUS HIJOS SERÁ MEJOR.

AHHHHHHHHHHH, ME OLVIDABA, EL NOMBRE CON QUE LAS INTEGRANTES BAUTIZARON ESTE GRUPO ES “TRIUNFADORAS”.

CON ADELA NOS SUBIMOS AL AUTO, NOS MIRAMOS Y NO SUPIMOS QUE DECIRNOS. LLEGAMOS DONDE DEBIAMOS LLEGAR, COMO QUIERE YUNUS, EL CREADOR DE GRAMEEN. A LOS MAS POBRES DE LOS POBRES. LOS QUE MERECEN UNA OPORTUNIDAD. LAS MUJERES, CON MAYUSCULAS, DE NUESTRA CIUDAD QUE CON EL CORRER DEL TIEMPO Y ESTA ACTITUD NO ME CABEN DUDAS QUE SERAN “TRIUNFADORAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!”

OCTUBRE DE 2010-10-25

RAUL BIANCIOTTI

GRAMEEN ROSARIO



ESTO ES GRAMEEN. MARIANA


Ayer tuvimos la reunión de Centro Mega (son aproximadamente 25 mujeres) que todas
las semanas se reúnen los Martes a las 19 horas para pagar las cuotas de sus microcréditos y conversar de su problemática. Una reunión más de Grameen.

Y entonces apareció Mariana. Una señora de unos 32 años, aunque aparentaba más, que había escuchado de los préstamos y venía a ver de que se trataba. Pidió hablar conmigo. Me contó que ella era de Tostado (al norte de Santa Fe), que hacía unos años que vivía en el barrio y que habían decidido venir a Rosario con su marido y sus NUEVE hijos (hoy tienen entre 1 año y 16 el mayor) ante la pobreza extrema en que vivían en la zona rural en que estaban afincados. Al menos aquì, me explicaba, mis hijos tendrían la oportunidad de estudiar que no tuve yo.

Me relató que ella y su marido compraban y vendían ropa y salían a valijear por la calle, que trabajaban muchas horas para darle de comer a sus hijos, que ella aparte hacía cosas dulces para vender a los vecinos y que NINGUNO DE SUS HIJOS IBA A PEDIR. Todos iban a la escuela. Inclusive los más grandes habían empezado la secundarìa.

Sus recursos eran escasos, una pensión de 800 pesos y su trabajo, pero… La semana pasada le habían robado el bolso con la mercadería y el poco dinero que tenían mientras trabajaban con su esposo. Le explique que Grameen no le podía dar una solución inmediata a sus problemas, que llevaba un tiempo ingresar en un grupo, que las compañeras le tuvieran confianza y la aceptaran y que el crédito inicial era de 600 pesos. Ella respondió que estaba dispuesta a esperar porque lo que quería era tener la posibilidad de trabajar para alimentar a su familia y pagar el modesto alquiler de la casa que compartía con otras dos familias.

La invité a quedarse a la reunión con las otras mujeres (ya viejas prestatarias de Grameen) para que les contara su historia. Cuando la presenté y empezó a hablar, todas se quedaron en silencio escuchando atentamente.
Ella transmitía la sensación de ser decente y repetía a cada instante que lo que necesitaba era poder trabajar para poder dar una vida digna y educación a sus hijos, a SU FAMILIA.
De vez en cuando la embargaba la emoción y se le caían algunas lágrimas.

Las mujeres de Grameen la escuchaban atentamente, en silencio absoluto. Claro ellas también eran madres y muchas habían pasado por dificultades similares a las que exponía Mariana. Cuando hubo terminado, varias empezaron a preguntarle que necesitaba. Mariela, que trabaja en una escuela cercana le dijo que llevara a sus hijos allí porque el comedor era excelente y le iban a dar todo lo necesario para que pudieran estudiar. Otras de las mujeres le preguntaron donde vivía para acercarle alimentos y ropas para los chicos. Todas se preocuparon y querían participar del problema.

En un determinado momento les pedí por favor que pararan, le di las Gracias a Mariana por venir y le dije que por favor nos dejara solos en el grupo, y que la esperábamos el próximo martes a las 19 hs si ella decidía intentar participar de Grameen. Ella dio las gracias por haberla escuchado, dijo que se sentía mejor por haberse podido descargar con alguien de sus problemas y nos bendijo a todos.

Cuando nos quedamos solos, les pregunté a las mujeres que querían que hiciéramos. Obviamente Grameen no podía darle una solución inmediata ya que el crédito se le podía dar luego de un período de enseñanza metodológica y formación de grupo, pero obviamente esta persona necesitaba una solución más rápida. No podía esperar 10 semanas.

Fueron tirando ideas, y finalmente encontramos una que nos permitía ayudarla sin hacer asistencialismo que sería pan para hoy y hambre para mañana. Se decidió pedirle a ella a través de una de las mujeres que la conocía, que hiciera una lista de las materias primas que necesitaba para elaborar “sus cosas dulces” que vendía y nos había dado una idea de que sabía muy bien como hacer…

Para el próximo martes, el Banco se las iba a comprar y entregar para que ella pudiera iniciar su emprendimiento y las mujeres propusieron pagar ellas todas las semanas 1 o 2 pesos más que su cuota para ir devolviendo el dinero que se destinara a este microemprendimiento. O sea, TODO EL CENTRO, sin conocer a esta persona, se ofreció a ser su garante y darle la oportunidad de recomenzar.

ESTO ES GRAMEEN. ESTAS SEÑORAS CON LAS MISMAS NECESIDADES QUE SU COMPAÑERA SE HICIERON SOLIDARIAS Y APORTARON UNA SOLUCIÓN.

GRACIAS SEÑORAS PRESTATARIAS POR DARNOS CADA DÍA UNA LECCIÓN DE VIDA.
CUÁNTO MEJOR SERÍA NUESTRO PAÍS CON MUCHA MÁS GENTE ASÍ...


RAÚL BIANCIOTTI
07/04/10